Desde las entrañas del estado Barinas, nació un hombre que tendría como misión cambiar el destino de esta Patria, salido de las filas militares de familia humilde, criado en el campo. Sembró una semilla de esperanza con un por ahora en un pueblo que fue reprimido por tantos años.
El Comandante Hugo Rafael Chávez Frías emprendió el camino a la inmortalidad el 5 de marzo de 2013 en Caracas, y con él llevó la fuerza combativa y el amor del pueblo, que al conocer la más trágica noticia de la Revolución Bolivariana, lloró y gritó: ¡Chávez Vive, la lucha sigue!
Diariamente, el Pueblo Venezolano recuerda al Comandante Eterno, ya que él está presente en su diario proceder, sus oraciones y su cotidianidad.
Entre su legado o siembra, debemos insistir los logros en el Sector Salud y Educativo la creación de las Misiones Sociales para saldar la inmensa deuda social del Estado Venezolano con el Pueblo; la escolaridad para todos los niños, niñas y adolescentes, incluyendo las Misiones Educativas, que asisten a la población de todas las edades desde el ámbito de la primaria, secundaria y universitaria, absolutamente gratuita; pensión para los adultos mayores, y la construcción de un territorio libre de analfabetismo, reconocido por la Unesco; Misión Barrio Adentro, construcción de Centros Diagnosticos Integrales, Consultorios Médicos Populares, nuevos Hospitales como el Cardiologico Infantil Latinoamericano, formación de Médicos Integrales Comunitarios, entre otros beneficios sociales en aras de darle calidad de vida a las venezolanas y venezolanos.
Desde aquel 5 de marzo de 2013, fecha de su desaparición física, nació el legado de un hombre que no solo vibró en cada uno de los rincones del país, sino que también logró a través de sus obras y su sobresaliente pensamiento revolucionario una proyección de Estadista Socialista en el escenario internacional.